Resumen
Entre 2017 y 2021 se duplicó la cantidad de mujeres acusadas de delincuencia organizada en México y, actualmente, este es el delito más común entre mujeres privadas de la libertad en centros de reclusión federales. Sin embargo, los análisis académicos acerca de mujeres acusadas por este delito son todavía marginales. Y los pocos estudios existentes sobre este tipo penal tienden a ignorar el género de la persona acusada. Si lo hacen, suelen representar a las
mujeres acusadas de manera dicotómica y superficial: como “víctimas” de la organización de la que forman parte o como “perpetradoras” de actos ilícitos en los que, de manera activa y voluntaria, deciden participar en la delincuencia organizada. Este artículo es un estudio exploratorio, enmarcado en la sociología del derecho, que busca contribuir al análisis crítico de este tema. Analiza la poca evidencia disponible al respecto de 67 sentencias judiciales a 72 mujeres acusadas de delincuencia organizada, además, se utilizaron datos estadísticos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Esta investigación presenta dos hallazgos principales. Primero, el delito de delincuencia organizada sirve como sustituto de una investigación: las acusaciones por delincuencia organizada permiten detener y mantener a las mujeres en prisión sin un trabajo de investigación previo. Segundo, es insostenible la división “víctima”/“perpetradora” sobre la que se basan la mayoría de los análisis, que tienden a simplificar los roles diversos y complejos que desempeñan las mujeres en grupos de delincuencia organizada.
Palabras clave: delincuencia organizada; guerra contra las drogas; mujeres; justicia; víctimas.
Descarga el archivo aquí
Enlace directo aquí